REFLEXIÓN SOBRE EL 25 DE MAYO
Por ALUMNOS DE 3ER AÑO
Hace 205 años, un 25 de Mayo, el pueblo se reunió en la plaza y se escuchaban en las voces de los criollos los reclamos por la renuncia del virrey Cisneros. “¡Viva la Patria!”, “¡Revolución!”, “¡Queremos saber de qué se trata!”. Se respiraba un aire de cambio, las negritas candomberas bailaban al mismo tiempo que promocionaban sus empanadas, el velero pasaba por ahí sonriente y cantando: “¡Vendo velas, velitas, para iluminar sus casitas!”. French y Beruti repartían escarapelas en la Plaza Mayor. Finalmente, logramos organizar la Primera Junta creando así nuestro primer gobierno patrio. Así recordamos el celebrado 25 de Mayo…
Ahora reflexionemos sobre lo anterior. Como ya dijimos, en esta fecha se constituye nuestro primer gobierno patrio y este hecho forma parte del proceso de independencia argentino. Ésta será declarada en 1816.
Si hablamos de independencia, en cierto modo, también hablamos de separación. Buscábamos separarnos del gobierno de España, y formar uno propio. Asimismo, al utilizar el término separación nos estamos refiriendo a la existencia de, al menos, dos identidades diferentes. Esto significa que si nosotros luchábamos por separarnos de España, nos reconocíamos a nosotros mismos como distintos de ellos. Visto así, nos permitimos preguntarnos: ¿cuál era esa identidad allá en 1810?
Otra Historia nos enseña que se buscaban distintas cosas y de distintas maneras. Por un lado un sector representado por Mariano Moreno buscaba una libertad política y de gobierno radical respecto del imperio español. Estaba convencido de que para esto era necesario llevar a cabo una lucha armada fervorosa y mientras tanto juraríamos lealtad al rey Fernando VII aunque realmente esto sería tan sólo un engaño. Por otro lado, un sector representado por Cornelio Saavedra pensaba que una independencia así planteada era inconveniente por todos los conflictos que nos traería. Encontramos al Primer Triunvirato que le ordena a Manuel Belgrano no izar la bandera que había creado en 1812 porque todavía guardaba esperanzas de continuar bajo la soberanía europea; y también encontramos a un Segundo Triunvirato que convoca a la Asamblea del Año XIII para declarar rápidamente la independencia de aquel régimen.
Tenemos a las fuerzas de Artigas que, en el medio de todo esto, están de acuerdo con la independencia pero luchan contra Buenos Aires para que cada provincia pueda volverse autónoma.
Incluso podemos recordar, en un primer momento, que la Revolución de Mayo ocurre en únicamente en Buenos Aires mientras que en el resto del territorio del Virreinato del Río de la Plata se rechazaban estos ánimos revolucionarios. Nosotros aquí en Córdoba, por ejemplo, queríamos continuar bajo el dominio español. Muchos años de lamentables guerras fueron necesarios para lograr una unión.
A su vez, otros sectores muy importantes de la sociedad se debaten por obtener otro tipo de libertades: nos referimos a los esclavos y a los pueblos indígenas que, antes de un gobierno propio, luchan por libertades individuales y de culto.
Ante este panorama de tantas diferencias, de luchas por distintas cosas: ¿cómo podemos hablar de identidad? ¿Es posible que hubiera algo que nos uniera a todos?
Como jóvenes adolescentes que vivimos en el año 2015 no queremos responder a esta pregunta histórica. Felizmente tras años de esfuerzo gozamos de libertades y de un gobierno independiente. Ya no importa si en 1810 había o no identidad, lo que importa es ahora y por eso invitamos a todos los presentes a preguntarse con nosotros: y ahora, ¿dónde está nuestra identidad?
En el medio de todas las diferencias que nos atraviesan, entre kirchneristas y no kirchneristas, entre hinchas de Belgrano e hinchas de Talleres, ¿hay algún sentimiento que nos identifique a todos los argentinos?
Somos positivos. Las preguntas no son fáciles de responder, pero esto no quiere decir que no haya respuesta. Sin buscar jamás encontraremos y esta reflexión es nuestro primer paso.
Muchas gracias.
Alumnos de 3er Año de nivel Secundario, Instituto Santa Ana.
